Ideal para comenzar, un Hosting económico también puede ser de calidad.
Publicado en:
Hoy en día, si no estás en internet, no existes. Así de simple. Ya sea que tengas un negocio, un proyecto personal o quieras construir tu marca, tener una página web se ha vuelto indispensable. Pero cuando decides dar ese paso, inmediatamente surge una gran duda: ¿debería hacerla yo mismo o contratar a un profesional?
Esta pregunta no tiene una respuesta única. Cada caso es distinto, cada necesidad varía y lo que para alguien funciona, para otro puede ser un desastre. Vamos a ver en detalle las ventajas, desventajas y factores clave para que puedas tomar una decisión informada, sin tecnicismos innecesarios ni vueltas.
¿Por qué la gente decide hacer su página por su cuenta? La respuesta es sencilla: por control, por gusto, por ahorro y porque hoy hay más herramientas que nunca. Plataformas intuitivas, constructores visuales, tutoriales en YouTube, foros, plantillas prediseñadas, etc. La tecnología democratizó el acceso al diseño web.
Ya no necesitas ser un experto en código ni saber cómo funciona un servidor. Hoy, literalmente, puedes tener una página publicada en pocas horas si usas los recursos adecuados.
1. Control absoluto del proceso
Cuando tú haces tu sitio, tú decides TODO: el diseño, los colores, los textos, las fotos, el orden de los elementos. Nadie te dice cómo deben ir las cosas, y eso puede ser muy liberador.
2. Aprendes un montón
Aunque no seas técnico, si te lanzas a construir tu propia web vas a aprender cosas muy valiosas: desde cómo usar un CMS hasta cómo funciona el posicionamiento en buscadores (SEO). Es conocimiento que siempre suma.
3. Flexibilidad para cambiar cuando quieras
¿Cambiaste tu logo? ¿Quieres subir una nueva foto de portada? ¿Te equivocaste en una palabra? Al ser tú quien gestiona el sitio, puedes entrar y corregir al instante. Sin pedirle a nadie.
4. Orgullo personal
No es menor: cuando terminas tu sitio y lo ves online, sientes una satisfacción única. Es como decir: “esto lo hice yo”. Y eso genera un vínculo especial con tu marca o proyecto.
1. Requiere tiempo… mucho tiempo
Aunque uses un constructor visual, tendrás que dedicar horas a entender cómo funciona, personalizar el diseño, escribir textos, probar cosas, corregir errores, etc.
2. No todo lo que brilla es oro
Las plantillas prediseñadas pueden ser limitadas. A veces lo que quieres hacer “no se puede” o necesitas saber un poco de código para personalizarlo. Eso puede frustrarte.
3. Diseño poco profesional
Si no tienes experiencia o buen ojo para el diseño, es probable que el resultado se vea “hecho en casa”. No necesariamente es malo, pero en algunos rubros puede dar una imagen poco seria.
4. Errores técnicos comunes
Desde formularios que no funcionan hasta botones que no llevan a ningún lado. Es fácil cometer errores si no tienes conocimientos técnicos mínimos. Y si nadie los revisa, pueden afectar la experiencia del usuario.
¿Por qué contratar a alguien para hacer tu sitio? Porque hay gente que se dedica exclusivamente a esto. Personas que estudian diseño web, que conocen los lenguajes de programación, que entienden cómo optimizar una página, cómo posicionarla en Google, cómo hacerla rápida y funcional.
Contratar a un profesional puede ser la mejor inversión si tu tiempo es limitado o si quieres resultados óptimos desde el principio.
1. Calidad profesional desde el día uno
Un diseñador web sabe cómo estructurar tu sitio, qué elementos son importantes, cómo guiar al usuario y cómo lograr que tu sitio “funcione” y se vea bien en todos los dispositivos.
2. Ahorro de tiempo brutal
Mientras el profesional se encarga de tu sitio, tú puedes enfocarte en tu negocio, en tus productos, en tus redes sociales o simplemente en vivir. No tienes que lidiar con errores técnicos ni con búsquedas interminables en foros.
3. Personalización al 100%
Los profesionales pueden hacer cosas que los constructores gratuitos no permiten. Pueden crear funcionalidades específicas, integrar tu sitio con sistemas externos, diseñar formularios avanzados, etc.
4. Mantenimiento y soporte
Muchos diseñadores ofrecen planes de mantenimiento para que no te preocupes por actualizaciones, seguridad o caídas del servidor. Ellos lo gestionan por ti.
1. Menor autonomía
Aunque puedes pedir cambios, no siempre es inmediato. Algunos cambios pequeños pueden requerir contacto, coordinación, e incluso pagar extras si no estaban en el plan inicial.
2. Posibles diferencias de visión
Puede que el diseñador no entienda completamente tu idea o la ejecute de una manera que no te convence. Por eso es fundamental elegir bien y comunicar claramente tus expectativas.
3. Falta de aprendizaje personal
Si tú no participas en el proceso, probablemente no entiendas cómo funciona tu sitio. Eso puede volverse un problema si algún día decides tomar el control.
Aquí viene la parte más importante del artículo. No te vamos a decir “hazlo tú” ni “contrata ya”. Lo que sí vamos a hacer es ayudarte a hacer una evaluación honesta y realista según tu situación.
¿Quieres una web simple para mostrar quién eres y cómo contactarte? ¿O necesitas una tienda online, un blog, un sistema de reservas o una plataforma de cursos?
Mientras más complejidad tenga tu sitio, más sentido tiene contratar a alguien. Para páginas básicas, puedes arreglártelas solo.
¿Sabes lo que es una URL amigable? ¿Sabes cómo cambiar el tamaño de una imagen para que no ralentice la carga? Si todo esto te suena a chino, quizás hacer la web tú mismo no sea la mejor idea.
Una página web no se hace en 10 minutos. Lleva días (o semanas), especialmente si quieres que se vea bien y funcione correctamente. Si tu agenda está a tope, contratar puede ser la opción más sensata.
Algunas personas disfrutan el proceso. Otras lo sufren. Si tú eres del primer grupo, arriésgate. Si eres del segundo, busca ayuda profesional.
Una web hecha por un profesional transmite una imagen sólida, cuidada, de marca establecida. Una página casera puede ser simpática o creativa, pero quizás no sea ideal si quieres competir a alto nivel.
Veamos algunos ejemplos reales que te pueden ayudar a verte reflejado.
Tiene poco presupuesto, muchas ganas y conocimientos básicos de informática. No necesita tienda online ni sistemas avanzados. Solo una web para mostrar sus servicios.
Recomendación: hazla tú mismo con una herramienta simple.
Es terapeuta, coach, fotógrafo, abogado o cualquier profesional que necesita una web que proyecte confianza y profesionalismo. Tiene algo de presupuesto y cero tiempo.
Recomendación: contrata a alguien.
Ya tiene clientes, redes sociales activas y quiere una web moderna con funcionalidades extra (reservas, pagos, blog, etc.). La imagen es clave para seguir escalando.
Recomendación: contratar un diseñador profesional es lo ideal.
Diseñador, escritor, artista, desarrollador autodidacta. Quiere experimentar, aprender, tener el control total de su sitio y no le molesta equivocarse en el camino.
Recomendación: hágalo usted mismo y disfrútelo.
Si quieres algo intuitivo, fácil de usar y que no se quede corto en funcionalidades, el creador de páginas web de HostingPlus es una excelente opción.
No necesitas saber programar, tiene plantillas elegantes, editor visual y soporte. Además, te da libertad para ir armando tu sitio a tu ritmo, con la tranquilidad de tener un respaldo técnico si lo necesitas.
Mesa Central +56 2 2582 1100 -
Emergencias: +56 9 93536578 -