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En la actualidad, donde la tecnología está integrada en casi todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestras comunicaciones personales hasta las operaciones empresariales más complejas, los virus informáticos representan una de las amenazas más persistentes y dañinas. Aunque muchas personas han oído hablar de ellos, no todos comprenden realmente qué son, cómo funcionan o cómo protegerse de manera efectiva.
Un virus informático es un tipo de programa malicioso (malware) diseñado para alterar el funcionamiento normal de un dispositivo sin el consentimiento del usuario. El objetivo principal de un virus puede variar: desde simplemente mostrar mensajes molestos hasta robar información confidencial, dañar archivos o incluso dejar inutilizable un sistema completo.
El término “virus” proviene de su capacidad para replicarse e “infectar” otros archivos o sistemas, muy parecido a cómo actúan los virus biológicos. Una vez que entra en tu equipo, el virus busca propagarse, a menudo insertándose en programas legítimos o archivos del sistema.
Un virus puede llegar a tu dispositivo de múltiples maneras. Algunas de las más comunes incluyen:
Es una técnica clásica pero aún muy efectiva. Un archivo infectado puede llegar camuflado como una factura, una foto o cualquier documento aparentemente legítimo.
Pendrives, discos duros externos o tarjetas SD pueden traer consigo virus que se activan al momento de conectar el dispositivo a tu computador.
Navegar por páginas no confiables o hacer clic en enlaces dudosos puede ser una puerta de entrada para virus que se descargan e instalan en segundo plano sin que lo notes.
Instalar software de fuentes no verificadas es una de las formas más comunes de infección. Muchos cracks o keygens vienen con virus ocultos que se activan con la instalación.
Existen muchos tipos diferentes de virus, cada uno con su propia manera de operar y objetivos específicos. A continuación te explico algunos de los más conocidos:
Son los más comunes. Infectan archivos ejecutables (.exe, .com, etc.). Cada vez que abres ese archivo, el virus se ejecuta y se replica.
Afectan el sector de arranque del disco duro, el cual se activa al encender el computador. Pueden impedir el inicio del sistema operativo.
Infectan archivos creados con programas como Word o Excel. Estos virus se activan cuando se abren los documentos infectados y pueden propagarse a otros documentos.
A diferencia de los virus tradicionales, los gusanos no necesitan un archivo anfitrión. Se replican y se propagan por redes sin intervención del usuario, causando congestión en la red o incluso la caída de sistemas completos.
Se presentan como programas útiles o inofensivos, pero en realidad otorgan acceso a usuarios maliciosos para controlar tu equipo de manera remota.
Este tipo cifra los archivos del usuario y pide un rescate (generalmente en criptomonedas) para restaurar el acceso. Es uno de los más peligrosos y costosos.
Su función principal es espiar al usuario, recolectando información personal como contraseñas, historiales de navegación o datos bancarios.
Identificar que un equipo está infectado no siempre es fácil, pero hay señales que pueden indicar la presencia de un virus:
Lentitud extrema del sistema, sin razón aparente.
Programas que se abren o cierran solos.
Archivos que desaparecen o se corrompen.
Mensajes de error frecuentes o inusuales.
Navegador redireccionado a sitios desconocidos.
El antivirus se desactiva solo o no se puede actualizar.
Si notas alguna de estas señales, es momento de actuar rápidamente para evitar mayores daños.
Ahora que entiendes qué son y cómo funcionan, es importante que aprendas cómo proteger tu equipo y tus datos. Aquí te dejo varias recomendaciones prácticas:
El antivirus es tu primera línea de defensa. Asegúrate de tener uno confiable, actualizado y que tenga funciones en tiempo real. No te conformes con uno gratuito si tus datos son valiosos.
Los desarrolladores de sistemas operativos lanzan actualizaciones constantemente para corregir vulnerabilidades. Si no las instalas, estás dejando puertas abiertas para los virus.
Evita abrir enlaces o archivos adjuntos que llegan por correo, especialmente si no conoces al remitente. También ten cuidado con los mensajes por redes sociales.
Hay navegadores que cuentan con funciones de protección extra contra sitios maliciosos. Además, puedes instalar extensiones que bloqueen scripts peligrosos.
Tener copias de seguridad de tus archivos importantes te puede salvar en caso de una infección grave, sobre todo si se trata de un ransomware.
El firewall ayuda a bloquear conexiones no autorizadas, y aunque muchas personas lo desactivan por comodidad, es una herramienta muy efectiva para mantener a raya amenazas externas.
Puede parecer tentador, pero descargar software ilegal o activadores crackeados es una forma casi garantizada de invitar virus a tu sistema.
Además de los antivirus tradicionales, existen otras herramientas que pueden ayudarte a mantener tu equipo seguro:
AntiMalware: detectan software malicioso que a veces pasa desapercibido por los antivirus.
Sandbox: permite ejecutar programas en un entorno aislado para verificar si contienen código malicioso.
Monitores de Red: ayudan a identificar conexiones salientes sospechosas.
Extensiones de Navegador de Seguridad: bloquean rastreadores, anuncios maliciosos y descargas no deseadas.
Si crees que tu computador ya está infectado con un virus, estos son los pasos que debes seguir:
Desconéctate de Internet: Esto evitará que el virus se comunique con otros sistemas o robe más datos.
Inicia en Modo Seguro: Esto permite que el sistema cargue solo lo esencial, reduciendo el riesgo de que el virus esté activo.
Ejecuta un Escaneo Completo: Usa tu antivirus y herramientas antimalware para hacer una revisión a fondo del sistema.
Elimina Archivos Sospechosos: Sigue las instrucciones del antivirus y no intentes eliminar archivos manualmente sin saber qué hacen.
Restaura Archivos desde un Backup: Si tus archivos fueron dañados, restaúralos desde una copia de seguridad previa.
Formatea (Si es Necesario): Como última opción, formatear el disco y reinstalar todo desde cero puede ser la única salida si el daño es muy severo.
Muchas infecciones ocurren por descuido, desconocimiento o hábitos digitales inseguros. Por eso, la educación es clave. Capacitarse en temas básicos de ciberseguridad, aprender a reconocer intentos de phishing, entender cómo funcionan los archivos ejecutables y tener conciencia sobre los riesgos del entorno digital es esencial para prevenir futuras amenazas.
Esto aplica tanto a nivel personal como empresarial. De hecho, muchas empresas capacitan periódicamente a su personal para evitar que caigan en trampas comunes como correos falsos o instalaciones dudosas.
Si sospechas que tu computador está infectado con un virus y no puedes utilizar herramientas automáticas, o simplemente quieres tener un mayor control sobre el proceso, puedes seguir esta guía detallada paso a paso para eliminarlo manualmente. Este procedimiento está pensado para usuarios con conocimientos intermedios, pero lo explicaré de forma clara para que puedas seguirlo sin dificultad.
Lo primero es desconectar tu equipo de Internet. Esto evita que el virus continúe transmitiendo información o descargue instrucciones adicionales. Si estás usando Wi-Fi, apágalo; si estás conectado por cable, desconéctalo físicamente.
El Modo Seguro inicia Windows solo con los componentes esenciales. Esto reduce las probabilidades de que el virus se ejecute.
Reinicia tu computador.
Antes de que inicie Windows, presiona repetidamente F8
(en versiones antiguas) o mantén Shift
mientras haces clic en “Reiniciar” (en Windows 10/11).
Selecciona “Modo seguro con funciones de red”.
Esto ayuda a eliminar scripts maliciosos que pueden haber sido almacenados en tu sistema.
Abre el menú Inicio.
Escribe Liberador de espacio en disco
o ejecuta cleanmgr
.
Marca todas las opciones (especialmente archivos temporales) y ejecuta la limpieza.
Presiona Ctrl + Shift + Esc
para abrir el Administrador de Tareas.
Ve a la pestaña Inicio.
Revisa si hay algún programa sospechoso (con nombres raros, en blanco o sin editor). Si encuentras alguno, haz clic derecho y selecciona Deshabilitar.
Sigue en el Administrador de Tareas:
Pestaña Procesos o Detalles.
Observa procesos con nombres extraños o que consuman muchos recursos. Haz clic derecho en ellos y selecciona “Abrir ubicación del archivo”.
Si el archivo está en una carpeta sospechosa como C:UsersTuUsuarioAppDataRoaming
, probablemente es un virus. No lo elimines aún, solo toma nota.
Ve al Panel de Control > Programas > Programas y características.
Ordena por fecha de instalación.
Desinstala cualquier programa que no reconozcas, especialmente si fue instalado recientemente.
Presiona Win + R
y escribe regedit
.
Haz un respaldo: ve a Archivo > Exportar y guarda tu registro completo.
Navega a:
Elimina cualquier entrada que no reconozcas o que esté relacionada con el virus detectado en el paso 5.
Precaución: Si eliminas entradas necesarias, puedes dañar el sistema. Si no estás seguro, déjalo como está.
Ahora puedes volver a las carpetas donde estaban los archivos maliciosos y eliminarlos manualmente. En algunos casos necesitarás permisos de administrador.
Ve a la ruta.
Haz clic derecho > Eliminar.
Vacía la papelera de reciclaje.
Aunque esta guía es manual, nunca está de más usar una herramienta como Windows Defender Offline, que puedes ejecutar antes de que el sistema operativo cargue. También puedes usar otro antivirus portable desde un pendrive.
Aquí tienes una lista organizada de los mejores antivirus gratuitos y de pago, clasificados por tipo de uso. Este resumen está actualizado al 2025 con base en múltiples pruebas de rendimiento y efectividad contra malware.
Ventajas: Ya viene preinstalado en Windows 10 y 11.
Ideal para: Usuarios comunes que navegan y usan redes sociales.
Protección en tiempo real: Sí.
Impacto en el sistema: Bajo.
Ventajas: Muy buena detección, incluye protección de comportamiento.
Ideal para: Usuarios que descargan muchos archivos o visitan sitios poco confiables.
Extras: Módulo anti-ransomware básico.
Ventajas: Extremadamente ligero, muy buena tasa de detección.
Ideal para: Equipos con pocos recursos.
Contras: Interfaz limitada, sin opciones avanzadas.
Ventajas: Uno de los mejores motores antivirus, incluso en versión gratuita.
Ideal para: Usuarios que quieren una protección sólida y confiable.
Ventajas: Protección completa contra virus, ransomware, spyware, ataques web.
Incluye: Control parental, VPN básica, firewall, optimizador de sistema.
Ideal para: Empresas pequeñas, familias, usuarios exigentes.
Ventajas: Excelente contra ransomware, incluye backup en la nube y VPN.
Ideal para: Usuarios con datos sensibles o acceso a cuentas bancarias.
Ventajas: Protección muy avanzada y eficaz, con herramientas de privacidad.
Ideal para: Usuarios que comparten muchos archivos y manejan información sensible.
Ventajas: Muy bajo consumo de recursos, ideal para computadores con poca RAM.
Ideal para: Empresas pequeñas o personas que usan sistemas antiguos.
Para la mayoría de los usuarios, Windows Defender combinado con buenas prácticas de seguridad puede ser suficiente. Si manejas información sensible, como datos bancarios o empresariales, invierte en un antivirus de pago con protección contra ransomware y acceso remoto.
Y sobre todo, recuerda que el mejor antivirus eres tú mismo, siendo consciente de los sitios que visitas, los archivos que descargas y cómo manejas tus datos.
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