Metodología de espiral: fases y desarrollo

Por Redacción HostingPlus

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De cara a afrontar el desarrollo de software, existen varios métodos bastante comunes y utilizados, siendo el modelo en cascada (waterfall) y el modelo por iteraciones dos de los más habituales. Como combinación de ambos surge la metodología espiral, una forma de gestión del desarrollo de software que trata de obtener las principales ventajas de los dos anteriores mientras cubre sus principales inconvenientes.

 

Qué es la metodología de espiral

Como hemos mencionado anteriormente, la metodología de espiral es un método de desarrollo de software que combina el modelo waterfall y el modelo por iteraciones, en el que se determina el ciclo de vida del programa a través de distintas espirales repetitivas, las cuales siguen funcionando hasta que se termina el producto. Se caracteriza por requerir de actualizaciones constantes en pasos pequeños, lo que implica mayor lentitud e inversión a la hora de implantarlo.

Inicialmente, fue propuesto por Barry W. Boehm en uno de sus ensayos, y el modelo pretendía paliar los inconvenientes que surgían de la aplicación del modelo en cascada. Basó el modelo en la detección y resolución de riesgos, buscando controlar todos los factores que puedan comprometer la integridad y el funcionamiento del proyecto, exponiendo que si podemos controlar los riesgos no habría ningún motivo que impida el éxito del mismo.

 

Cómo funciona esta metodología

La metodología de un modelo espiral o de ciclo de vida se caracteriza por seguir ciclos repetitivos que se representan gráficamente en forma de espiral. Todo proceso cíclico dentro de este método se compone de cinco fases imprescindibles.

Primera fase: Planificación

En el primer momento, debemos encargarnos de determinar los objetivos principales a conseguir, discutir sobre las condiciones del proyecto y buscar las distintas alternativas que se pueden llegar a utilizar para llegar a cumplir esos objetivos. 

Se debe realizar un calendario y un cronograma, determinar los recursos disponibles y estimar los costes, además de seleccionar las vías de comunicación entre desarrollador y cliente durante el proceso.

Segunda fase: Análisis

Tras lo anterior, es el momento de identificar todos los riesgos posibles para que el plan se ponga en marcha con las condiciones óptimas. Estos riesgos se deben registrar, evaluar y analizar, para posteriormente realizar simulaciones y utilizar prototipos que nos permitan estudiar su impacto y visibilizar las maneras de acabar con ellos.

Tercera fase: Desarrollo

Es el momento de empezar a trabajar con las funcionalidades del software, ampliando el prototipo y llevando a cabo las acciones necesarias para llegar a los objetivos. En este proceso, es necesario hacer pruebas continuas para acreditar el funcionamiento deseado del programa, hasta que tengamos la seguridad de que puede ser utilizado en un entorno empresarial.

Cuarta fase: Evaluación

Una vez desarrollado, es momento para que el cliente evalúe si los objetivos propuestos anteriormente se han cumplido, y se analice si se están mitigando los riesgos identificados, realizando un seguimiento de los mismos.

Quinta fase: Planificación del siguiente ciclo

El siguiente ciclo del método espiral se empieza a planificar una vez terminemos con la evaluación anterior, ya que esto nos va a servir para utilizar las mejores alternativas y contar con las soluciones adecuadas para corregir los errores que ya hemos estudiado anteriormente.

 

Ventajas del modelo en espiral

El modelo de espiral cuenta con una serie de ventajas muy interesantes para cualquiera que lo ponga en marcha, de las cuales podemos destacar las siguientes:

  • Facilita la gestión de presupuestos y la planificación de costos, al fragmentar el proceso en partes muy pequeñas y abrir la posibilidad de evaluarlas de forma más detallada a cada una de ellas.
  • Se realizan estimaciones mucho más precisas, ya que, a medida que se van realizando más ciclos, estas se van definiendo más y más con el tiempo, gracias a la continua evaluación de los riesgos y las seguidas actualizaciones del contenido.
  • Gracias al funcionamiento de este sistema, permite que el cliente participe y esté presente en algunas de las fases, por lo que conseguiremos un resultado final que se acepte más a sus exigencias y necesidades.
  • Es un proceso que cuenta con mayor agilidad que otros, ya que el factor cíclico hace que muchas tareas y actuaciones ya se hayan hecho con anterioridad y puedan ejecutarse de manera automática o con mucha más rapidez que en la ocasión anterior.
  • Se caracteriza por su flexibilidad, dentro de sus fases predeterminadas admite muchos cambios y variaciones, que se pueden realizar en el punto de la espiral en el que sean necesarios, sin tener que comprometer la estabilidad global del proyecto.

 

La metodología espiral está indicada, principalmente, para proyectos grandes en el largo plazo. Pese a que requiere un exigente proceso de investigación y análisis, termina ofreciendo los mejores resultados, gracias a la precisión a la hora de obtener las estimaciones y la constante evaluación de los riesgos que se exige a la hora de poner el método en marcha.